¿Te esfuerzas en gustar a los demás?
¿Dejas de hacer o decir algo por miedo a qué dirán?

Partimos de que a todos nos gusta sentirnos queridos y desde bien pequeños (gracias a la aprobación de nuestros padres, profesores, amigos…) forjamos nuestra autoestima.

El problema aparece cuando esta búsqueda de aprobación determina nuestro comportamiento y estado de ánimo produciendo cambios en la forma de pensar y actuar.

Señales de alarma

A continuación te enumero algunas actitudes que demuestran que dependes en exceso de la aprobación de los demás:

  • Cuando opinas diferente y no muestras desacuerdo.
    Todos callamos alguna vez nuestras ideas pero es preocupante si se hace siempre o se cambia de opinión para ser aceptado.
  • Cuando no sabes decir NO.
    Si antepones el hacer siempre favores a los demás a tus necesidades es que no te das el valor que necesitas.
  • Cuando te preocupa en exceso tu aspecto.
    Es bueno cuidarse, pero si una mancha o un grano te hace que te hundas ante los demás o no salgas de casa, tienes un problema.

 

Déjame decirte que No puedes gustar a todo el mundo.

Si pensamos en las personas que son seguras de sí mismas y que tienen éxito, observaremos que les importa poco o nada lo que piense la gente sobre ellos, saben que nunca tendrán la aprobación de todo el mundo.

Ten claro que es un desgaste de energía enorme intentar gustar a todo el mundo ya que es imposible y tampoco es necesario para quererte y sentirte bien.

 

Coge tus riendas

Es básico que trabajes tu autoestima y asertividad.

Detrás de una búsqueda de aprobación hay una falta de autoestima.

Confía en ti, en tu ideas, toma tus propias decisiones según tu criterio y aceptas los errores (te ayudan a aprender).

Quiérete más y asume que eres la única persona responsable de tu vida para decidir cómo vivirla.

 

Si necesitas ayuda profesional quedo a tu disposición para ayudarte tanto presencialmente como a través de terapia online para tratamientos a distancia.

 

Espero que te inspire esta frase de Woody Allen:

 

“No conozco la clave del éxito, pero la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo”

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