Dormir bien es esencial para mantener la vitalidad, la alegría y la salud; y no hay nada más importante que esto en la vida.

Nuestro cuerpo después de todo el día de trabajo necesita descansar para recuperar fuerzas y poder continuar al día siguiente.

Algunos estudios demuestran que no dormir suficiente o tener una mala calidad de sueño, incrementa el riesgo de enfermedad cardíaca junto a otras enfermedades.

 

¿Qué es lo ideal? Dormir de 6 a 8 horas al día para tener un buen rendimiento a nivel general.

Me encuentro con personas que me dicen que durmiendo pierden el tiempo y con 2 horas de sueño ya tienen más que suficiente ya que su cerebro no descansa.

De hecho, mientras dormimos nuestro cerebro no descansa; pone en marcha todos los mecanismos de autorecuperación, las células se regeneran, así que no es tiempo muerto; si no, necesario.

Cuando descansas, regeneras las células, órganos…, mejoras la capacidad intelectual, retienes y clasificas la información de la memoria, estimulas el sistema inmunológico…

Una de las hormonas que trabaja por ti mientras duermes (a parte de la del crecimiento) es la melatonina, y investigaciones recientes muestran que tiene un papel muy importante en diferentes funciones metabólicas como: cuidar de nuestros huesos, apoyar al sistema inmune… Estas hormonas se liberan durante el sueño.

 

¿Verdad que necesitas comer o beber para garantizar la supervivencia de tu organismo?

Pues dormir bien tiene ese mismo valor, ya que un sueño insuficiente puede provocarte ciertos problemas ya sean biológicos, psicológicos y/o sociales.

Así que, ya ves que es importante tener una buena calidad y cantidad del sueño.

Cuando lo interrumpimos puede que no hayamos pasado suficiente tiempo en determinadas etapas del sueño.
Lo bien que hayamos descansado y lo bien que funcionemos al día siguiente dependerá del tiempo total que hayamos dormido y de las diferentes etapas del sueño que hemos tenido.

Necesitamos dormir para pensar claramente, reaccionar rápido y asentar nuestra memoria.

De hecho, los procesos del cerebro que nos ayudan a aprender y recordar son especialmente activos mientras dormimos.

Escatimar sueño tiene un precio. Restar tan solo una hora de sueño puede hacer que sea difícil concentrarse al día siguiente y enlentecer tu tiempo de respuesta.

Hay estudios que también indican que la falta de sueño hace que tomemos malas decisiones y asumamos riesgos innecesarios.

Esto puede dar lugar a bajo rendimiento en el trabajo o la escuela y mayor riesgo de sufrir accidentes de tráfico.

El sueño también afecta al estado de ánimo. Si no dormimos suficiente estaremos más irritables y eso afectará a nuestro comportamiento y relaciones sociales.

 

Espero que te haya resultado útil y si consideras que puede ayudar a alguien, te invito a que lo compartas.

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