Esta semana quiero compartir contigo mi experiencia sobre estos cuatros días de descanso laboral correspondientes a la Semana Santa.

Aquellas cositas que he hecho y que puede que te sirvan para construir tu ritual de la felicidad y/o para que disfrutes de tu experiencia de vida.

Si me vas leyendo habitualmente, ya sabes que se trata de hábitos que puedes ir practicando a diario y notando los beneficios al poco tiempo de incorporarlos en tu día a día.

 

Ahí van…

 

Desconectar: reserva de un tiempo en el que no he estado pendiente del móvil.

Lo siento si no he contestado con la asiduidad a la que están acostumbrados mis amigos y pacientes, pero necesito tiempo de desconexión para cargar pilas y poder ofreceros tiempo de calidad.

 

Conectar: paseando con tranquilidad y estando en armonía con mi cuerpo y el entorno, ya sea en un parque, por un paseo marítimo… siendo consciente de las sensaciones que iba recibiendo a cada momento.

Aceptando cada momento tal y como venía, centrándome en el AQUÍ Y AHORA, ya que es lo más valioso que tenemos, el momento PRESENTE y siendo consciente en la medida de lo posible de mi respiración.

Es muy importante ser consciente de la exhalación e inhalación del aire para encontrar la calma y la reconexión con nuestro yo interno.

 

Fluir: observando olores, colores, siguiendo impulsos… Aceptando la realidad tal y como se presenta; ya sé que no es nada fácil, pero si lo tenemos presente cada vez nos costará menos.

 

Escuchar: cuando iba caminando y me surgía algún pensamiento nuevo o idea, lo he ido anotando (siempre llevo una libreta pequeña y un bolígrafo en el bolso) que me acompañan allí donde voy.

 

Reencontrar: disfrutando de mis momentos, de mis peques, de mis conversaciones con amigas… en definitiva, de mi vida y sin postergaciones.

Desconectando para volver a conectar con más fuerza.

Cada día que pasa soy más consciente que no quiero dejar nada pendiente (al menos por mi parte) y no me gustaría que mi vida pase sin hacer lo que realmente quiero hacer.

 

Sonreír: puede que no sea el mejor día de nuestra vida, ni la mejor temporada … pero si la predisposición para vivir lo que tenemos delante es buena, la experiencia será mucho más enriquecedora.

 

¿Y tú? ¿Necesitas tus momentos? ¿Crees que no te hacen falta o que no son necesarios? Te invito a que me des tu opinión, ya sabes que estoy abierta a cualquier sugerencia de mejora por vuestra parte y que vuestros comentarios son muy útiles y necesarios a la vez.

Pin It on Pinterest